domingo, 3 de enero de 2010

Otros Mundos

Atomizado. Exiliado. Condenado. Se han paseado moléculas de mí por el Universo. Estoy solo. No conozco a nadie, ni nadie me conoce, ni hay nadie. Soy efervescente y me elevo sin fin a algún lugar donde mi imaginación no llega. Pero. Estoy solo. Y lo que pudo ser único e incomparable sólo es soledad. Soy arena dispersa en otros mundos, lejos de mi tierra, con sueños e ideas fragmentadas y llevadas por otros vientos y otros mares. Yo ya no soy yo. Soy varios y nada a la vez. En espera de que manos diestras me vuelvan juntar y me moldeen en una figura igual o tan siquiera parecida a la de mi creador. Los pensamientos son difusos, naturalmente, y cargados de tiempo. Los eones fraccionan más mi ser que ya olvido que alguna vez fue uno. Pero. Aún sigo solo. Y aun sin memoria, el sentimiento queda y queda y queda y queda y queda y queda… por la eternidad. Desterrado de mi patria por culpas ajenas. Mías ciertamente. Deshojado y marchito vago por todos lados añorando el retorno a una tierra que ya no recuerdo y en donde ya no soy esperado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario