domingo, 3 de enero de 2010

Nictofobia

Allí a donde se van las palabras después que uno las habla,
Allí, donde descansa mi alma cuando no estoy en la cama

Se han vuelto sangrientas las noches, y solo duermo
Con la almohada sobre la cara, a ver si así me muero
¡Qué desgraciada calma! se burla de mí a carcajadas sordas
Y yo, solo acostado, relleno de sueños extraños e ideas tontas
Que no acaban más que en trozos de esperanza regados por el piso
De una habitación extraña y lejana… una que nunca allí me quiso

Valiente oigo y no grito. Cobarde miro y me escondo
Bajo las sabanas benditas, y me resguardo de todo su enojo
Del ser que habita entre sombras
Y maquina sus maléficas obras

Quiero ir allí donde duermen las palabras
Allí donde descansan todas las que fueron habladas
Para no dormir solo
Para vivir un poco

No hay comentarios:

Publicar un comentario