miércoles, 23 de marzo de 2011

Le Corbeau (el cuervo)

En la casa hecha de silencio, el corbeau recita sus lamentos, pesares ajenos que le han secado alma y le han hecho comer hedionda miseria.
Basura emocional, desechos de vivencias, y humillación, Merde de l'homme!, ha devorado a pequeños bocados y sentido el sabor amargo de la maldita decepción
El corbeau ulula sabiamente, distante de su presa, una rata inmunda, esperando el momento exacto para tragarse su asquerosa existencia y hacerla parte de él.
Se lanza y la atrapa. su pico apuñala y libera a la desdichada como absolviéndola de sus pecados. Quelle inmense et profonde misericorde du corbeau! como el Estigio y el Aqueronte, como el mar de lagrimas saladas o la distancia entre el crepúsculo y el alaba.
El corbeau con su plumaje negro y brillante, sus alas enormes y elegantes, sus ojos rojos y distantes, y su pico lleno de sangre y viseras, bajo la luz pálida y mortuoria de la luna es lo único bello en aquella casa de asquerosidades profanas.
Allí, en la casa hecha de silencio, el corbeau escribe sus lamentos y grita revoloteando sus alas de ónix violentos canticos y loas a esa inmundicia que le da alimento y lo mantiene bello eternamente.

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